Hay días en los que es mejor no levantarse... Hoy me he levantado a las 5.40 de la madrugada/mañana con un dolor terrible por todo el cuerpo. En vez de enumerar lo que me dolía, podría decir que en el meñique de la mano izquierda no tenía molestias. Dudé por un momento: podría quedarme en cama un día de clase, aún a sabiendas de que el mundo deja de ser mundo si yo no estoy interactuando en él... pero llevo 3 semanas en las que mi media de horas diarias en clase es la mitad de la media del tiempo que paso en el autobús, por lo que ya va tocando espabilar.
Por lo tanto, me levanto. Me afeito con prisas y me corto en ese borde donde la oreja se separa de la cara... no sangra mucho, pero molesta. Me ducho, me quemo, me congelo y... no tengo tiempo para desayunar porque el autobús sale ya. Sí, vale, el conductor ya me conoce y me espera 5 minutos si hace falta, pero ya he cubierto el cupo de noviembre.
Llego a la facultad y me doy un homenaje con un fantástico desayuno: conguitos!! en todas las bolsas hay un conguito que sabe mal, pero en la de hoy había 4 o 5 conguitos corruptos... y estaban en el fondo, por lo que son esos conguitos cruciales que te dejan un mal sabor de boca final.
Me dispongo a hacer el gandul durante 45 minutos, hasta que empiece la clase... pero vuelve a dolerme todo y decido a última hora marcharme a casa... a casa?? JA!! El autobús sale a las 10, así que tendré que hacer tiempo durante una hora... y bien que lo hago, porque en la cafetería me encuentro con unos amigos, pero cuando me doy cuenta ya es demasiado tarde para pillar el autobús de las 10. Siguiente autobús: 12.00.
A las 11.40 me despido habiendo ganado una partida de "escalera ¿italiana?" (una de quince) y consigo coger el autobús de las 12 a tiempo. El problema es que cuando ya estoy a medio camino me entero de que han cambiado los horarios y, por lo tanto, ese no es mi autobús. El resultado es que me dejan en una estación intermedia y me quedan dos horas para que el siguiente autobús pase.
Vale, que no decaiga el ánimo... tengo el Tetris en el móvil y mucha música en mi reproductor MP3. Pero antes, una llamada de emergencia, a ver si puede venir a buscarme alguien: pos va a ser que no. Y el móvil empieza a emitir un extraño sonido, el de "me quedo ciego, no te escucho, qué me pasa?? me estoy muriendo??". Me quedo sin batería en el móvil y todavía no he jugado al Tetris, qué desgracia. Pero el reproductor de MP3 se queda también sin batería casi a la vez... habrá sido un pulso electromagnético o se habrán puesto de acuerdo para quedarse sin baterías simultáneamente??
Bueno... tengo 2 horas libres, un pueblo (Padrón) completamente desconocido para mí y un sentido de la orientación nefasto. Pues no, no me perdí!! seguro que todos los que me conocen ya se estaban imaginando que no encontraría la estación antes de que pasase el siguiente autobús a las 14.40, pero esta vez mi sentido de la orientación se portó, así que a las 13.30 ya estaba en la estación, cansado de andar.
Ya en la estación de autobuses, recuerdo mis periódicos gratuitos: tengo la Vanguardia (me lo dan en la biblioteca), el Metro y 3 periódicos universitarios... pero también tengo que subrayar un libro sobre el ideario anarquista. Pues los que me conocen se habrán vuelto a equivocar, porque me decido por el ideario de Ricardo Mella. Y qué podría pasarme ahora?? se me podría destintar el bolígrafo o... podría darme cuenta de que me dejé las gafas en clase. Pues lo segundo. Por suerte, aunque me incomoda estar durante una hora leyendo sin gafas, veo bastante bien sin ellas.
Y poco más: pongo el reloj para que me avise a las 14.40, me avisa y mi autobús llega puntual... llego a las 15.45 a casa, como siempre. Lástima que hoy contase con estar en casa a las 12, para poder dormir una buena siesta.
Lo más duro de todo es que, aún después de todas estas "desgracias", estoy mentalmente bien e incluso alegre... y en cambio, la semana pasada estaba bastante mal y sin ningún motivo aparente. Que alguien me lo explique!!
P.D: siento esta parrafada, pero tenía que desahogarme... õ.Õ
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